domingo, 2 de junio de 2013

Brasil e Inglaterra empataron en la reapertura del Maracaná


Brasil e Inglaterra empataron 2-2 en el primer partido oficial del estadio Maracaná de Río de Janeiro, en un día irregular para la Canarinha, que dominó a etapas, pero no consiguió rematar al cuadro europeo.
Fred, en un rechace, y Paulinho, de volea, anotaron para Brasil, mientras que Oxlade-Chamberlain y Wayne Rooney establecieron la igualdad con sendos golazos, todos ellos en la segunda mitad.
El flamante fichaje del Barcelona, Neymar, fue de más a menos, protagonizó todos los ataques de su equipo en la primera parte, pero se diluyó en la segunda.
Neymar se vistió con el dorsal 10, un número al que se confiere especial relevancia en Brasil, en lugar del 11 que le es habitual, y el cambio de numeración se reflejó tanto en su posición en el campo como en el peso que tuvo en el juego de su equipo.
El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, le dio total libertad, Neymar se movió con fluidez por detrás de Fred y Hulk, se escoró hacia las bandas para abrir el juego y participó en la mayoría de las ofensivas brasileñas hasta el descanso, en la mejor etapa de Brasil.
Sus mejores ocasiones fueron un tiro con rosca que se fue cerca del poste y un mano a mano con Hart, hoy todo un tapón para los ingleses.
El equipo local tardó en arrancar, encontró ciertas dificultades para conectar la defensa y en el ataque y a veces se vio forzado a recurrir a balones largos.
Scolari optó por dar la titularidad a un delantero pesado como Hulk en detrimento de Lucas Moura y también sentó en el banco a Marcelo, con lo que el conjunto brasileño perdió velocidad y capacidad de sorpresa por las bandas.

Con el aliento de la afición, que casi abarrotó el Maracaná, Brasil se sentía más cómodo y demostró más apetito que su adversario, al que fue arrinconando paulatinamente sin necesidad de elaborar demasiado el juego.

Aunque dispuso de varias buenas ocasiones en las botas de Fred, Hulk y Neymar, la Canarinha falló excesivamente en el remate y se fue al descanso sin inaugurar el marcador.

El portero Julio César, casi un espectador más en la primera parte, solo tuvo que despejar en esa etapa un tiro de Walcott, que fue el jugador más activo de los ingleses, que se disparaba en velocidad siempre que tenía ocasión.

Tras la reanudación, Scolari dio entrada a Marcelo, Hernanes y, poco después, a Lucas Moura, muy demandado por la afición, para intentar salir del atolladero de la frontal del área, donde más se concentraban los ingleses y Brasil se ahogaba.

Desde esa posición, Hernanes estrelló un balón en el larguero, cuyo rechace le permitió a Fred, delantero siempre bien colocado en el área, abrir el marcador.

El gol, sin embargo, fue un acicate para Inglaterra que, por primera vez, plantó cara a Brasil, con un inmejorable resultado, un empate rápido, logrado por Oxlade-Chamberlain, que superó a Julio César con un remate ajustado a la cepa del poste.

Brasil trató de reponerse y de volver a ejercer su dominio, pero cada vez le costaba más traducir el control del balón en el centro del campo en ocasiones claras, ante una Inglaterra cada vez más cómoda en tareas defensivas.

En el otro extremo, el equipo inglés exprimió al máximo sus ocasiones y logró ponerse por delante en el marcador con un soberbio disparo de Wayne Rooney a la escuadra, que enmudeció el Maracaná.

Pero poco después, Brasil obtuvo algo de alivio, cuando Paulinho acertó una volea, que supuso el 2-2, un resultado más justo para los locales por su dominio

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